Dr. Mario Javier de Olazabal

El cáncer de próstata es el cáncer más frecuente que sufren los hombres y que afecta a la glándula prostática. Aunque muchos cánceres de próstata crecen lentamente y están limitados a la glándula prostática, algunos pueden comportarse de forma agresiva. El mejor tratamiento es realizar una buena prevención y detección precoz, ya que el cáncer de próstata localizado en la glándula prostática se puede curar en más del 95% de los casos.

La prostatectomía radical es la cirugía que sirve para tratar el cáncer de próstata, consiste en extirpar la glándula prostática y reconstruir el trayecto urinario entre el conducto de la orina remanente (la uretra) y la vejiga de la orina, intentando conservar los nervios de la erección y preservando la continencia al máximo. Es una cirugía de alta complejidad con una alta curva de aprendizaje.

La cirugía robótica consiste en realizar unas pequeñas incisiones milimétricas, en las que se coloca unas pequeñas cánulas metálicas, conectadas a los brazos del Robot Da Vinci, por donde se introducirán las herramientas necesarias para llevar a cabo la cirugía. El robot Da-Vinci X es considerado el robot quirúrgico más sofisticado y evolucionado del mundo. El robot permite que el cirujano mejore sus capacidades de precisión y visión, permiten realizar cirugías de alta complejidad con unos resultados óptimos con una mínima invasión.

Este robot es controlado por el cirujano a través de una consola externa y no puede actuar solo; lo que hace que el robot no pueda llevar a cabo la intervención por sí solo, aquí entra la parte humana, en la que la experiencia del cirujano se traduce en la excelencia quirúrgica.

El equipo de Uroclínic Center es el pionero en la introducción de la cirugía robótica en Lleida y el único equipo en Lleida que realiza esta cirugía en centros concertados privados.

Los beneficios de la cirugía robótica son:

Mayor precisión por parte del cirujano, con una mejor calidad de imagen tridimensional, como si el cirugía viera estando dentro del paciente, con una mayor cantidad y calidad de los movimientos.
Mayor precisión para la extirpación tumoral, permite preservar al máximo los tejidos sanos, colaterales y los nervios, necesarios para la erección y la continencia de la orina.
Proporciona un menor tiempo quirúrgico, lo que se traduce en menor riesgo anestésico y de posibles infecciones.
Menos tazas de sangrado.
Esto comporta menos dolor postoperatorio, menos riesgo de sangrado, con lo que conlleva una menor tasa de transfusiones sanguíneas.
Menos tiempo de hospitalización.
El paciente se recupera más rápido y tiene menor riesgo de incontinencia e impotencia. La recuperación de la continencia es mucho más rápida.

Aparte del cáncer de próstata, la cirugía robótica también sirve para tratar el cáncer de vejiga, el cáncer de riñón, la obstrucción del tracto urinario por piedras y los prolapsos ginecológicos que pueden ir asociados a incontinencia urinaria.