La patología litiásica renal, conocida como cálculos o piedras, es la formación de depósitos sólidos en el cuerpo, especialmente en los órganos del sistema excretor urinario y en la vesícula biliar. El tamaño de los cálculos puede variar. Es una de las enfermedades más comunes del sistema urinario y tiene un importante coste sanitario. La formación de cálculos ocurre cuando ciertas sustancias se acumulan en la orina y se cristalizan. Hay diferentes tipos de cálculos: litiasis de oxalato cálcico, fosfáticas, de ácido úrico, de cistina, etc.
Los síntomas dependerán del tamaño, la localización, la posibilidad de migración y del grado de obstrucción de la vía urinaria. En muchos casos, los cálculos pueden ser asintomáticos y pasar desapercibidos hasta que se mueven y causan obstrucción o irritación en el sistema urinario.
El cólico nefrítico es la manifestación clínica y urgencia urológica más frecuente y se produce por obstrucción de la vía urinaria. El síntoma principal es dolor intenso en la fosa lumbar. Puede acompañarse de náuseas, vómitos, molestias al orinar, contractura muscular, hematuria, anuria en monorrenos, fiebre o sepsis.
El diagnóstico de la litiasis renal se realiza por los síntomas clínicos y el análisis de la orina. Generalmente se utilizan también pruebas de imagen, como radiografías, ecografías, tomografías axiales computarizadas o resonancias magnéticas. Una vez confirmada la presencia de cálculos, el tratamiento puede variar según su tamaño y ubicación.
Tratamiento de la litiasis renal
En muchos casos, los cálculos pequeños pueden eliminarse de forma espontánea a través de la micción sin necesidad de intervención médica. Se utiliza la terapia conservadora; que implica beber mucha agua y tomar medicamentos para aliviar el dolor y facilitar la eliminación del cálculo. Sin embargo, en casos de mayor tamaño o donde haya obstrucción, puede requerirse un tratamiento más activo.
El tratamiento más habitual se llama litotricia extracorpórea por ondas de choque, antiguamente conocido como ESWL. Es una de las técnicas conocidas como “no invasivas” que nos permite fragmentar los cálculos del sistema urinario sin necesidad de cirugía, a través de ultrasonidos, con la posterior eliminación del cálculo fragmentado de forma espontánea. Las ondas de choque penetran hasta la piedra, rebotan en ella y la fragmentan para que los trozos puedan ser expulsados por la orina.
Existen otros tratamientos que les podemos ofrecer como:
– Ureteroscopia flexible con láser de última generación: para cálculos ubicados en el uréter o en la vejiga. Se inserta un ureteroscopio a través de la uretra y podemos proceder a extraer la piedra directamente o si la piedra es demasiado grande como para extraerla completa se utiliza un láser para fragmentarla y permitir su eliminación.
– Nefrolitotomía percutánea y minipercutánea renal: es una cirugía que se realiza a través de la piel, concretamente, realizando una incisión a nivel lumbar que permite acceder hasta el riñón y extraer la piedra.
– Pielolitotomía laparoscópica y robótica: la cirugía laparoscópica es mínimamente invasiva y se realiza a través de pequeños orificios donde se introduce una cámara para ver la zona a intervenir y el material quirúrgico. La cirugía asistida por robot es muy similar, pero en lugar de manipularse directamente con las manos del cirujano, se hace a través de un brazo robótico controlado por este, para lograr mayor precisión.
– Cirugía abierta de la litiasis: cirugía convencional más invasiva realizada a través de una incisión.
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Los urólogos de nuestro equipo valorarán su caso de forma personalizada y decidirán qué tratamiento es el más óptimo en su caso.
