La vejiga, un órgano en forma de saco ubicado en la parte inferior del abdomen, tiene la crucial función de almacenar la orina producida por los riñones antes de su eliminación del cuerpo a través de la uretra. El cancer de vejiga, también denominado carcinoma de vejiga, surge debido a alteraciones en las células uroteliales localizadas en la vejiga y a lo largo del sistema urinario, incluyendo los riñones y los uréteres. La mayoría de los casos se desarrollan en las capas superficiales de la mucosa.
Factores de Riesgo
El tabaco es la causa más común de cáncer urotelial, posicionándose como el cuarto tipo de cáncer más frecuente en hombres. Otros factores de riesgo abarcan la exposición a productos químicos industriales, infecciones crónicas de la vejiga, radiación previa en la zona pélvica, antecedentes familiares de cancer de vejiga, entre otros.
Síntomas del cancer de vejiga:
- Hematuria: Sangre en la orina, que puede ser visible o detectada solo en análisis de orina.
- Dolor Abdominal: Molestias o dolor en la parte baja del abdomen.
- Frecuencia Urinaria: Necesidad frecuente de orinar.
- Dificultad para Orinar
- Ardor al Orinar
- Cambios en la Orina: Alteraciones en el color y olor de la orina.
- Pérdida de Peso: Pérdida de peso inexplicada y fatiga en etapas avanzadas.
Diagnóstico y Tratamiento:
El diagnóstico del cancer de vejiga involucra pruebas como la cistoscopia, que utiliza un tubo delgado con una cámara para examinar la vejiga en busca de anomalías, así como análisis de sangre y orina. Además, se emplean pruebas de imagen, como la tomografía axial computarizada (TAC) o la resonancia magnética nuclear (RMN), para evaluar la extensión del cáncer.
El tratamiento del cancer de vejiga varía según varios factores, que incluyen el tipo y etapa del cáncer, la salud general del paciente y sus preferencias. Las opciones de tratamiento pueden comprender cirugía para extirpar el tumor, radioterapia, quimioterapia y terapia dirigida.
UROCLÍNIC CENTER:
Uroclínic Center está equipado con los dispositivos endoscópicos más avanzados para el diagnóstico y tratamiento de esta patología. Cuando el tumor es superficial, se recurre a un tratamiento endoscópico a través del conducto urinario, seguido de un seguimiento minucioso. En casos en los que el tumor sea de ciertas características o afecte los planos profundos de la vejiga, se puede requerir una cistectomía radical, que implica la extirpación de la vejiga y la creación de un conducto o una neovejiga utilizando tejido intestinal. Este procedimiento puede ser realizado de forma poco invasiva mediante cirugía laparoscópica o robótica, con tasas mínimas de sangrado y una recuperación más rápida.
Es fundamental que las personas con síntomas relacionados con la vejiga, especialmente la presencia de sangre en la orina, busquen atención médica de inmediato, ya que un diagnóstico temprano puede mejorar las posibilidades de un tratamiento exitoso. El seguimiento médico regular es esencial para la gestión a largo plazo de esta enfermedad.
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